Autora : Doris Sánchez
El papel de madre es el papel más complejo que en vida nos pudiera tocar, aquel que se aprende con la experiencia del día a día, no lo conoces hasta que lo vives en primera persona. Una madre lo calcula y controla todo, desde que no falte lo más esencial en la despensa hasta las actividades escolares, que el uniforme esté limpio y bien planchado hasta las invitaciones a cumpleaños, primera comunión, fiestas de fin de curso y todo lo demás, pero ella truene, llueva y ventee siempre estará ahí en cada evento en primera fila "guiñando el ojo a sus hijos para hacerles saber que tienen el apoyo más importante"
Muchos años de lucha sin desmayo, por lo que no entiendo por
qué muchos hijos al hacerse adultos se van distanciando de sus madres. El caso reciente ocurrió hace unos días y del que se hizo eco la prensa ha ocurrido en Terrassa, Barcelona, dos
hijos bajaron de un coche y dejaron abandonada a su
madre ya mayor en un paso de peatones, con una nota en la mano con nombres y
teléfonos de sus ocho hijos ha sido lo más bajo
e inmoral, el desprecio menos merecido y la falta de respeto y
agradecimiento más penable de los últimos tiempos pero no es este el único caso, son muchos los mayores abandonados por sus familiares más cercanos especialmente por sus hijos, hay mucha gente sola falta de alimentos e higiene en sus propios hogares, mayores que mueren en la más absoluta soledad. La legislación española contempla artículos
específicos en los que se obliga a los hijos a tener responsabilidad con los
padres, esta pobre mujer toda
desorientada ha sido recorrida por gente de la calle que a tiempo llamó a la
policía. Una madre no merece este ni otro trato vejatorio todo lo
contrario, en mi país natal no existe tantos cuidados sanitarios para la gente
mayor, la Seguridad Social está al mínimo y cada familia carga con sus mayores con amor porque devuelven lo que en su momento recibieron.

Estamos en Semana Santa, buen tiempo para recordar a la madre de Cristo
que sufrió el calvario de su hijo, mi
mejor homenaje a estos días de Semana Santa es recordar a los hijos que no
todos tenemos la dicha de tener con vida a nuestra madre, lo que tengamos que decirle mejor ahora antes que ir a una tumba a desahogar nuestros sentimientos y hasta pedir perdón por lo que dejamos de hacer en su momento, por ella estamos en
el mundo y para ella siempre debe haber un espacio en nuestras vidas más, cuando
se hacen mayor y están desvalidas e
indefensas como estuvimos sus hijos cuando fuimos
pequeños, a ella se lo debemos todo y ¿por qué no permitirle disfrutar de
nuestra cercanía y merecidas atenciones?
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