Autora : Doris Sánchez
Una tarde estaba yo envolviendo unos regalos en un gran
centro comercial, y dentro del acostumbrado movimiento de visitantes y
empleados se dejaron escuchar unos gritos ensordecedores que hicieron volver la mirada a todos los
presentes, en el mismo centro del largo pasillo estaban allí los padres y el
pequeño malcriado que hacía una pataleta
incontenible sin que con
autoridad esos mayores le reclamaran tranquilidad.
Una mañana estaba haciendo trámites en el Registro Civil de
Santiago que estaba lleno como nunca, gente sentada y de pie
esperando que le atendiera, del otro lado había un banco grande
en el que separados ya del resto de visitantes, al parecer era una
familia, cuatro adultos que se les caía la baba con el pequeño que
les acompañaba, y que chillaba, corría, hacía pataletas y todos le bailaban la
mona o sea, lo que el niño hiciera independientemente de que fuese en un lugar
público, estaba bien hecho. Pregunté a una de las empleadas si ellos no intervendrían y me dijo, pero si ahí están sus padres, deberían tranquilizarlo en vez de motivarlo a seguir con el desorden, y tenía toda la razón, buena gana sentí de echarles la bronca, pero yo tampoco era la indicada para intervenir. Se corrige a hijos de otros cuando sus padres o familiares no están presente, pero ellos estaban a la vista de todos.
Yo he sido pequeña y también he sido madre, he criado a dos hijos supliendo tanto la figura materna como la paterna porque me divorcié cuando todavía eran pequeños, y considero que la educación empieza en casa, nada de que los profesores ni mucho menos, usted tiene el deber y obligación de educar a sus hijos porque así contribuirá a un mundo mejor, le abrirá muchas puertas porque las normas, el respeto y la convivencia son primordiales en todo ser humano dentro de un mundo civilizado, si acostumbras a un niño a tener todo lo que quiera, cuando no pueda conseguir algo se tornará agresivo y hasta vengativo, o mío o de nadie, todo para mí, se crea una conducta de posesión indefinida y muy peligrosa, la palabra NO a veces es muy buena.
Querer a un niño no significa consentirle todos los caprichos, aceptarle incluso
celebrar todo lo que haga estando mal o bien, hay que imponer normas o en caso contrario tendrás que ver el programa "Supernanny", en la 4 Tv, con Rocío Ramos-Paúl, Licenciada en Psicología, con un Máster en Psicología Clínica. El mimado de padres, abuelos, tíos y demás, pero si tanto les amamos con más razón
debemos contribuir en su formación, porque un niño educado sinceramente es lo
mejor que he visto. Se está perdiendo el
respeto a los mayores, antes mandaban los padres, castigaban, quitaban los juegos, y no
quedaba otra que bajar la cabeza o echarse a llorar, y ahora ¿quién tiene el control? Si no son los padres
y demás familiares, tampoco son los profesores, y el Defensor del Menor, creo
que tampoco entonces, estamos criando hijos para que en el mañana se topen de
frente con la vida porque nadie más que sus familiares estarán dispuesta a aceptar un comportamiento inadecuado, tendrá broncas con todos y del trabajo ya ni te digo, lo echarán a los días de haber empezado. Cada padre tiene la obligación de sacar tiempo de donde no lo haya
para compartir con sus hijos, para observarlos y rectificarles el camino todas las veces que haga falta. Si te dejas dominar de una figurita pequeña
casi en miniatura, prepárate para lo que te espera cuando tenga un poco de tamaño, se
invertirán los papeles y el peque de la casa serás tú, te lo digo desde el
cariño para alertarte antes que sea demasiado tarde, hay niños que hacen
pataletas en público para dejar a sus padres en evidencia, pues ahí mismo es
donde tienes que actuar, deja de sonreír a todos como hay este niño!! No es
así, toma el control de la situación y demuestra quien es el mayor de los dos,
o el niño o tú.
http://www.cuatro.com/supernanny/Rocio_Sanchez-Paul-Supernanny_0_1277850026.html
http://www.cuatro.com/supernanny/Rocio_Sanchez-Paul-Supernanny_0_1277850026.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario