Autora : Doris Sánchez
Esa espina que ha quedado clavada en nuestro corazón, la
que de tanto dolernos desgarró nuestra sensibilidad y nos dejó tambaleante ante
la incredulidad, los momentos felices quedan sellados en nuestras vidas y ni
por asomo aceptamos que en la vida real los cuentos de Ada un día más tarde que
temprano podrían acabar. Las relaciones
de amor, sanguíneas o de amistad, cercanía por trabajo entre otros más, de ti no
me lo esperaba solemos decir con perplejidad
pero, si no nos defraudan los más cercanos quién más lo hará, que nos
falle una persona distante poco nos
dolerá porque ninguna razón tendrá para
demostrarnos fidelidad.
No maduramos
en ese aspecto y cada día nos defraudan más,
seguimos probando hasta que un día damos por cerrada la puerta y con temor andamos para evitar nos
hieran una vez más. Mi madre decía que debemos irnos entregando
poco a poco pero eso no lo podemos
controlar, las relaciones van creciendo y a menos que tengamos todo el tiempo
en nuestras manos una balanza jamás lo podremos equilibrar, la entrega debe ser
a medias pero no siempre ocurre así.
Recuerdo que a mi casa invitaba a todas mis amigas pero, cosa rara que a
la casa de todas no siempre llegué, reconozco que es una costumbre muy caribeña,
si eres mi amigo por qué no invitarte a mi casa, a mi vida, a mis cosas, a mis
comidas dominicanas, a mis amigos pero, y tú por qué no lo haces o lo hiciste
en su momento, la respuesta es clara,
porque igual no eres mi amigo. Si
hablamos de más intimidad, a quién contamos nuestras cosas, los problemas y
hasta nuestros amores, pues creo que a la gente que goza de nuestra confianza
pero, eso es recíproco siempre, o algunas veces, o nunca? Hay que revisar ese
punto.
En el aspecto familiar y donde mucho más nos duele porque la sangre como dicen duele, y duele mucho que te defraude un familiar, y mucho más si es un familiar muy cercano. ¿Hasta donde somos capaces de perdonar el fallo de alguien que formó parte de nuestras vidas? ¿Somos tan duros para perdonar o lo que nos hicieron no tiene perdón?, y si perdonamos pero la relación no volviera a existir o sería mucho más distante, ¿estaremos libres de cargos de conciencia? ¿Entraremos al cielo o nos quedaremos a las puertas sin derecho de admisión?
Este día tan hermoso me ha motivado a reflexionar sobre las personas que
en distintas etapas de mi vida dañaron mi corazón y me apena decirlo pero seré sincera, he visto correr
tintas de sangre de tanto dolor ¿será mi corazón más sensible que el de
los demás? pudiera ser, de momento lo intento superar, debería hacer un Máster sobre el perdón y el olvido,
de pasar al siguiente nivel y tal vez de borrar todo con mierda de gato y
volver a empezar de cero, como el día que por vez primera siendo muy pequeñita logré manterme firme en mis
propios pies y por propio esfuerzo sin ayuda de nadie, mantener el
equilibrio que tanta falta nos hace todos los días de nuestras vidas, me
gustaría decir como José José en su
canción "A lo pasado pasado" pero no es tan sencillo.
Hay una cosa que te quiero decir es un progama de la Tv española en el que se reencuentra mucha gente que ha estado alejada, amores, amigos, familiares y aunque cada caso es diferente salvo excepciones, casi todos terminan entre lágrimas y abrazos, porque han perdonado, pero también los televidentes entre los que me encuentro, te imaginas eso, prepararme para llorar, jamás me lo imaginé pero es una realidad, muchos tenemos esa espina dentro que algún día tendremos que sacar antes de morir casi mejor, yo de momento no estoy preparada para ello. ¿Con quién te reconciliarías en estos momentos?
¿Hasta dónde serías capaz de colaborar para hacer realidad el brindis de la paz?
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