Autora : Doris Sánchez
Desde que nacemos hasta que dejamos de respirar siempre habrá personas a nuestro lado que de una u otra manera nos echarán una mano y hasta nos convertirán en una responsabilidad personal sin que a veces hiciera falta lazos sanguíneos que nos unan. Si tuviera que hacer una lista quedaría muy mal con muchas personas que en distintas etapas de mi vida tuvieron participación importante en mi vida y hasta hicieron cambiar el rumbo de las cosas.
A veces se nos escapan esos recuerdos por el paso de los años y hasta la distancia especialmente cuando tenemos que cambiar de país abandonando así nuestra tierra natal como es mi caso, pero esa no es excusa suficiente porque la mente la llevamos como parte de nuestro equipaje y casualmente no pesa nada.
Recientemente había un concurso en una emisora de radio española muy famosa que preguntaba si tuvieras que viajar con el equipaje más ligero cual elegirías, enseguida me respondí a mí misma, amor, paz, agradecimiento, respeto, valoración y sensibilización por los más desfavorecidos……. Seguí anotando cosas en mi mente y os aseguro que aún me sigue quedando mucho espacio porque esa maleta sigue sin pesar más que lo que tiene su propio peso.
No acepto bajo ningún concepto que olvidemos y menos aún cuando lo hacemos a propósito, jamás olvidaré lo que han sido mi madre y mis hermanos en mi vida, ellos no solo han estado ahí en mis momentos más difíciles, también han sido responsables de mis hijos porque hubo un momento de mi vida que necesité dejarlos bajo su cuidado para salir adelante abriéndome paso en la vida para luego recuperarlos ya con más estabilidad y mejores condiciones de vida para todos como un núcleo familiar.
Para mí es muy importante nunca olvidar a todo el que en mi vida ha alfombrado ese pedregoso camino para poner en mi cara una sonrisa, ha sido tanta la gente que ha hecho maravillosos estos 54 años ya cumplidos y entre los cuales figuran amigos, vecinos, conocidos y hasta gente que no conociera antes de nada y menos ellos a mí.
Me reitero en decir que la gente que pasa por la vida sin dejar huellas en nosotros no ha cometido ningún error todo lo contrario, si olvidas con tanta facilidad, si cuando ya no necesitas a la gente jamás te has interesado por hacerle una llamada aún sea para saludarle y preguntar qué tal está, es porque algo anda muy mal mientras igual pienses que eres el reflejo de la perfección que no existe porque perfecto solo es Dios.
Se puede olvidar a una madre, una abuela, a esos amigos de infancia y profesores de la escuela, se puede olvidar a gente que durante años se ocuparon de tu alimentación, el aseo personal y hasta colocarte el pequeño uniforme escolar aparte de llevarte e ir a recogerte al colegio y hasta te inculcaron unos principios religiosos y morales, a los que cuidaron de tu integridad física. Lo considero imposible y en honor a ello cada día afloran más preguntas a mi mente que en cada viaje a mi amada República Dominicana intento encontrar las respuestas con la tristeza de alguna noticia desagradable como ha sido el fallecimiento de gente querida a la que mucho he tenido que agradecer.
No soy perfecta ni lo pretendo porque soy un ser mortal capaz de cometer muchos errores, hay cosas de mi persona que no me gustan nada pero me hace muy feliz estar finalizando un año más de vida con una particularidad muy firme de la que puedo y quiero presumir SER AGRADECIDA, un sentimiento que nos hace humilde y sobre todo nos recuerda de dónde venimos para confirmar el camino de hacia dónde vamos. Cuando la gente sufre de amnesia o Alzheimer generalmente queda estática o inmóvil en busca de esos recuerdos que con seguridad no sabe si es que ha olvidado algo. Me encanta usar el dicho que dice “A Dios rogando y con el mazo dando” todo no queda en ser puntuales y constantes en la asistencia a las iglesias ( indistintamente de la religión que profesen) afrontando las inclemencias del tiempo, en sabernos la biblia de comienzo a fin, hay una parte interior que hay que trabajar con el día a día, con nuestras acciones y reacciones, con el ejemplo, intentando ser el espejo en el que otros puedan mirarse en lugar de presumir de perfección y hasta de condicionar a los demás.
Dicen que los gatos voltean la cabeza cuando les damos de comer para no agradecer el gesto y me gustaría preguntar a muchos cuando fue la última vez que agradecieron por cualquier vía de comunicación a alguien por lo que hizo por ti en algún momento de tu vida, quedan apenas unos días para que acabe el año 2011, ¿cuando fue la última vez que llamaste a tu abuela voluntariamente sin presión de terceras personas, valoras a tu madre como merece, a tus hermanos, amigos, compañeros de trabajo, cuando fuiste sincero contigo mismo por última vez y te reprochaste todo aquello que no te gusta en intención de corregirlo o al menos mejorarlo? Son muchas preguntas que me estoy haciendo a mí misma y que si a alguien más le sirva el zapato por favor que se lo ponga porque igual le sea de mucho provecho.
Yo me reprocho no llamar a mi madre más de lo que lo hago porque aún la tengo con vida y luego que ya no esté tendré ganas de marcar el teléfono y escuchar su cansada voz que cada día se hace menos audible, me gustaría estar a su lado y cuidar de ella, compartir con la familia de mejor y más habitual manera aún con el impedimento de la distancia que nos separa.
Aplicar el borrón y cuenta nueva a sabiendas de que tenemos una vida que viene de atrás es más que ignorancia, deja mucho qué desear de nosotros mismos y crea un vacío que el día que intentemos recuperarlo será demasiado tarde. Porqué buscar a las personas únicamente cuando necesitamos de ellas?? A ver si finalizamos el año siendo más sensibles y sinceros, más fieles y agradecidos y si hiciera falta tomar nota ante la amenaza del olvido no estaría mal pero hacer una revisión con cierta frecuencia nos podría cambiar la vida y hasta evitar futuros cargos de conciencia que nos podrían amargar la existencia.
Gracias del alma a todos en general porque han sido el factor determinante para que la sensibilidad y los sentimientos más pueros se vean forzados a existir en mi interior, por haberme dado lecciones de moral y cívica más allá de lo establecido en los textos escolares, gracias por darme la oportunidad de revisar mi vida cada final de año, de intentar mejorar y sobre todo de seguir siendo la misma niña revoltosa, expontánea y sobre todo sentimental y muy agradecida, por estar a mi lado todos estos años o los últimos tiempos de mi vida, de olvidar nada de nada, feliz navidad.
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