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domingo, 5 de agosto de 2012

En boca cerrada no entran moscas


Autora   :   Doris Sánchez


Cuando amas o aprecias a una persona nunca importa la relación que te una a ella, si le quieres bien con seguridad intentarás en algún momento darle consejos para su propio beneficio, tal vez porque tienes más años o la vida te ha permitido vivir una vida más acelerada que de paso te ha dejado errores que a toda costa intentarás evitar en la vida de los demás, no te lo tomes a mal pero  ya he vivido varias experiencias y te puedo asegurar que casi mejor dejar que cada cual se enfrente a sus propias circunstancias que de paso le invitarán a rectificar  en sus propias acciones.  Cuando damos un consejo no siempre es bien interpretado, puede ser causante de distanciamiento y el peor caso de rotura de relaciones  por más solidad que estas hayan sido.  Si quieres hacer a alguien feliz, dile solo lo que sus oídos desean escuchar y te aseguro que siempre te tendrá en alta estima y hasta pasarás a ocupar un lugar preferente en su vida y hasta te hará confidente de sus secretos más íntimos, hasta que no le des tu punto de vista en alguna cuestión  que le atañe todo marchará sobre ruedas, pero  si cometes el grave e imperdonable error  ahí se acabará todo  porque hasta llegará a pensar que te inmiscuye en sus asuntos personales, igual necesitaba  a alguien que le escuchara pero no que le aconsejara.
En lo que a mí respecta soy muy pesada tanto que me considero cansina porque lo intento una y otra vez, la cosecha no ha sido buena, he arado en terreno poco fértil y  mi objetivo en la mayoría de los casos de ha quedado a medias y que conste tengo boca de chivo, cuando advierto lo hago  a conciencia cual si pudiera ver más allá del alcance de la vista de los demás.  Qué te cuesta escuchar e intentar visualizar algo que te están advirtiendo? Por eso te vas a enfadar cuando deberías  agradecer que alguien se preocupa en buena fe por ti, tu vida, tu futuro, porque las cosas te vayan bien, alguien que te quiere bien porque de un enemigo claro que no lo debes ni escuchar.


Los mayores solemos dar en el clavo, cuando decimos cosas  por algo será, la inteligencia se demuestra de distintas maneras y una de ella es escuchar, ser cauto, pero también agradecido porque no todos tienen a gente en su entorno que le puedan dar un buen consejo.  Yo he tropezado y caído muchas veces, he sabido levantarme a veces con enorme raspaduras en mis rodillas, si intento evitar que otros se eviten este disgusto pues mira lo bueno sería poder hacerlo, si se dejan por supuesto.  Ojalá yo tener  quien me advierta de cada obstáculo que se me vaya a presentar delante,  se lo agradecería para el resto de mi vida. 
Una amiga me dijo, te quieres llevar bien con todo el mundo, dile a todo que sí, que todo está bien,  felicítale por todo, dile lo estás haciendo muy bien!!!, no le contradigas nunca porque sería el comienzo del final de una relación y tenía mucha razón, en boca callada no entra moscas y como soy tan espontánea  a veces no puedo evitar intentar mejorar la vida de los demás, debo dejar que el que apareje su burro sepa hacia dónde va  o que lo averigüe en el camino, ya me contará qué tal le habrá ido en la experiencia. 

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