Autora: Doris Sánchez
A lo largo de nuestras vidas se nos ha presentado situaciones incomprensibles que aparte de no dar crédito nos deja siempre una pregunta que casi nunca nos llega la respuesta en el momento, sino más tarde y es Porqué?. No estamos preparados para perder, mucho menos para renunciar a aquello que consideramos era de nuestra vida. Perder a un novio, un marido, un trabajo, Una propiedad es considerado como una derrota, pero no es así en la realidad, cuando pierdes algo es porque recibirás el doble de lo perdido, es una prueba y nada más.
Los seres humanos somos más dados a las cosas agradables y positivas, siempre pensamos que todo será definitivo y disfrutamos de ello, nos confiamos y cuando nos llega la cruda realidad lloramos a lágrimas vivas, nada dura para siempre, ni la propia vida es eterna.
Años más tarde yo he recibido respuestas sobre todo en lo referente a personas que formaron parte de mi vida, que lo fueron todo para mí que su alejamiento me dejó mucha tristeza y la temible pregunta PORQUE ??. porque no era bueno para mí, porque me restaba alegrías y me impedía ser la persona que antes fui y ahora soy independiente, auto suficiente, y libre para elegir sobre mi vida.
Hay personas tan perjudiciales que sólo tenerlas en nuestro entorno nos transforman, nos aspiran toda la energía y nos someten a su voluntad, quitándonos hasta las ganas de vivir, de reír, de disfrutar de la vida, llevándonos a una desilusión total.
Cuando ya no tienes el dolor de su partida en tu corazón respiras aliviado y das muchas gracias a Dios por haberte quitado la carga que de tanto peso estaba encorbando tu espalda. Porque ya has dejado de llorar y con la vista clara puedes ver la respuesta a la pregunta Porqué???, sencillamente porque merecías más, porque esa persona que para ti era la ideal, la perfecta, solo resultó ser "Un viejo edificio sin licencia de habitabilidad por vicios de construcción y listo para su demolición".
Rodearnos de personas optimistas, positivas, emprendedoras y perseverantes es lo mejor que nos puede pasar, hace falta más gente que venga a poner la guinda al pastel de nuestra felicidad.
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