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miércoles, 29 de diciembre de 2010

María Teresa Campos, la gran dama de la televisión española


Autora: Doris Sánchez


llevo ocho viviendo en España y todos ellos me los he pasado viendo la tele como un entretenimiento y a la vez haciendo mi propio juicio en relación a los que en ella trabajan. Su manera de conducirse, su saber estar, profesionalidad, respeto por sus compañeros de programa y la permanencia de éstos en las distintas cadenas televisivas, lo que aporta a su currículum estabilidad o no.

A esta mujer que ni la edad la descalzan de sus altos tacones, se atreve con todo, a cantar o a bailar le le canta las 40 a todos los que laboran en un programa de TV. Como Defensora de la Audiencia, trabajo que se ha tomado muy en serio lo que le hace merecedora de más admiración. Es auténtica y mantiene muy firme sus principios morales que en sus propias palabras los define como algo muy superior a su labor de comunicadora ¡nadie me puede obligar decir lo que yo no acepte compartir! han sido sus más recientes palabras y yo la aplaudo. Es muy consciente de que los trabajos se van y la moral queda para toda la vida, tiene mucha sabiduría.

María Teresa tiene unas maneras muy educadas de tratar a todos y eso le permite ir de un programa a otro compartiendo plató con personas muy diferentes logrando identificarse con cada una de ellas, logrando encajar a la perfección y creando un buen ambiente a ojos y expresión de todos. A lo largo de su carrera ha superado cada reto saliendo airosa y sonriente de cada uno de ellos, dejando una estela de amigos y un público que le admira, me confieso ser una de ellos.


Me gusta porque es muy calmada y sabe reprochar con una sonrisa en los labios acompañado de una dulce mirada capaz de derretir los focos del plató. Mujer atractiva que ni los años han hecho sombra a su gran belleza, luciendo cada modelito porque puede con todo hasta con los colores más alegres. Me da mucha paz comparte muy bien los tiempos para evitar que las palabras de unos no sean pisadas por la los otros, algo tan habitual en la tele de hoy día, nos brinda momentos amenos con sus divertidas anécdotas. Su edad no se la la voy a preguntar porque con la alegría que me llega desde ella me basta para sentirme bien joven.

Su humildad es el arma más poderosa que saca a relucir en muy pocos momentos. Se arma con el poder que le otorga la sabiduría y los años de trabajo impecables, nada conflictiva y respetuosa especialmente de los que no están presentes para defenderse en primera persona ante los ataques de terceros. Si alguien quiere agregar algo siempre será un elogio a su larga e impecable trayectoria personal y laboral.

Recuerdo una época en que la perseguían por asuntos relacionados a su vida personal y con entereza y saber estar lograba parar a los que la perseguían sin nunca llegar al insulto ni palabras descompuestas, eso es tener educación y ser profesional, valorar el trabajo de otros sin dar información ninguna pero sin desmerecerles.

En días pasados me preguntaba qué hacía ella en un programa que para nada le encajaba y los días me han dado la respuesta, cuando la defensora del pueblo entra a plató todos detienen hasta la respiración, fruto del gran respeto que transmite a todos, especialmente a la audiencia presencial y televisiva, porque se siente dígnamente representada.
 
Hay mucha gente buena a quien podemos imitar, sentir que son nuestro referente para intentar llevar una vida mejor, pudiendo convivir con personas que no tienen necesariamente que ser ni pensar como nosotros, que desde el respeto se puede tener a nuestro lado a todo tipo de personas sin necesidad de entrar en conflictos. Los años pasan por ella y ella convierte la vida un placer cada vez que de sus labios brotan palabras para agradar a alguien. Los televidentes estamos de suerte, no siempre se tiene la oportunidad de recibir experiencias de otras personas para encajarlas en nuestras vidas.

María Teresa, me ha costado tomarte las fotos porque es que no te quedas quieta ni un momento mujer, pero te prefiero así, ágil y en movimiento porque es tanta la energía que tienes, que puedes dar y regalar a la Terelu y a quien haga falta. Otros te deberían imitar, jamás te he visto discutir con nadie, será que nunca te enfadas??? Tanto mejor.
De la escuela que vienes deberíamos acudir muchos de nosotros para aprender de clase, convivencia y saber estar, además de llegar a ser tan coqueta como tú.

1 comentario:

  1. He vuelto a leer este artículo y esta mujer me sorprende, pasa el tiempo y ella como los buenos vinos, cada día luce mejor y es más simpática y esa sonrisa y tantos amigos, su programa me encanta, me relaja, ella controla muy bien las intervenciones de los colaboradores para que ninguno pise las palabras de los demás, también ella pisa bien fuerte con esos tacones de infarto que me vuelven loca, adoro los zapatos elegantes y hermosos, ella parece que más que yo, la edad la deja de lado y baila, y disfruta y se lo pasa genial.

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