La buena educación

Autora    : Doris Sánchez

A mi madre no le gustará nada que luego de haberme enseñado tantos modales y reglas de conducta aunque quiera aplicarlas de poco me sirven.  Llego a los lugares  dando los buenos días  o nos despedimos al marchar y pocos o nadie responden, pido permiso para pasar y no veo el menor gesto de haber entendido mis palabras aún hablando el mismo idioma.  Qué está pasando con esos principios básicos que nos inculcaron hasta en la escuela?? Que nadie me venga a decir que esto es parte de la crisis porque no lo voy a aceptar.

En casa  la cosa es más seria, hemos olvidado dar los buenos días a nuestras familias o quienes comparten piso con nosotros, esos detalles y gestos tan bonitos que antes nos hacían más sensibles han quedados congelados en el frigorífico, pero yo me resisto a olvidarlos.

La buena educación entra por casa pero dígame usted qué voy a hacer si por más que lo intento no pasa nada, nos hemos vuelto ciegos, sordos y mudos, nos estamos perdiendo ese contacto físico  y la cordialidad, esas llamadas para saludar o tan solo perder unos segundos para demostrar afecto a los demás,  hemos olvidado las limosnas a los más desfavorecidos, todo es prisa y mientras menos hablamos mejor.

Cuando visité Estados Unidos veía a la gente caminando o sentados en el metro con la mirada ausente, como perdida o simplemente metida en las páginas de algún libro, nadie mira a nadie y casi lo asocié con la película “In Time” sobre la cual escribí un artículo antes.  Nos estamos perdiendo de lo  que ya existe al otro y  justo delante nuestro, estamos creando barreras imaginarias donde “casualmente” solo existe el yo, el yo y el yo, y si acaso algo más.

 

Cuando yo te salude me haces el favor de responderme, si no eres educado pues mira, aprende y ya verás que tus días serán mucho más agradables porque el que alguien te desee  un buen día ya es mucho, aparte de que te sentirás mejor persona y anda ya, te vas a enterar que ocupas un punto dentro del globo terráqueo.   Dicen que las personas mayores  y la gente sin estudios son  mucho más educadas  y demuestran más  alto sentido de la  cortesía, contrario a los más jóvenes,  con  títulos y especialidades universitarias, será cierto?? Muchos tendrán sus propias respuestas  luego de este artículo que espero sirva para algo.


Buenos días, buenas tardes, buenas noches, hasta luego, con  permiso, disculpe, lo siento, te hice daño?, me perdonas?, lo lamento, no lo volveré a hacer, lo hice sin querer .....   Pequeñas palabras  con grandes efectos que dicen mucho y hacen sentir bien a los demás y hasta a nosotros mismos.  Tenemos que dar ejemplo a nuestros hijos porque ellos copian de nosotros y repetirán lo que ven de sus más importantes referentes, sus padres y familiares y luego los profesores.