Autora : Doris Sánchez
Las cosas son planeadas conforme a nuestra manera de pensar, gustos y preferencias, equivocados o no pero siempre con la mente puesta en la satisfacción personal que esperamos recibir como respuestas.
Esta mañana ha venido el cartero a traerme un correo certificado que como entenderán ya de por sí es importante el asunto, luego de firmar entré en casa con el sobre cerrado en mis manos mientras pensaba, podrá este sobre cambiar mis expectativas en este día, como también lo pudiera hacer cualquier otro medio de comunicación. A mi manera será todo mientras que no existan factores externos que transformen esas intenciones.
Me confieso algo cabeza dura, soy Tauro y por ello testaruda, es lo que dicen por ahí porque no soy asidua a los pronósticos de los horóscopos que siempre hablan de "mi pareja" cuando no tengo de momento a nadie especial en mi vida, porque así lo he decidido voluntariamente (No estoy en el garabato por falta de gato). Terca como una mula y hacerme cambiar de parecer es una tarea más que difícil, por no decir imposible. Tengo proyectos de vida a los que no puedo ni quiero renunciar, objetivos por cumplir, montañas muy altas por escalar cuando no tengo la práctica necesaria, tampoco instructores para ello. Con paciencia y calma se sube el burro a la palma y tiempo tengo de sobra porque igual mis plegarias han sido escuchadas por el que todo lo puede, Cristo.
Ser tan persistente tiene su lado bueno, ayer tarde he visto a un chico con un pie escayolado cruzar una ancha avenida con el semáforo para peatones en rojo, venían coches a lo lejos pero él calculó que tenía tiempo suficiente para dando saltos en un solo pie, alcanzar el otro extremo sin ser arrollado, eso es de valientes dirían algunos pero yo no, a veces el cálculo de nuestros propósitos sale erróneo y según la gravedad de las consecuencias igual nunca nos enteramos porque en ello puede estar puesta la vida de por medio.
A mi manera llevo muchos temas más que controlados, como si fuera un despacho profesional pero en mi propia casa, con agenda al día que me ayuda a evitar olvidos perjudiciales propios de mi edad, no estoy tan mayor pero ya hay que empezar a ser precavidos. Anoto los cumpleaños de familiares y amigos, festivos de mi ciudad, citas personales o profesionales pero algo me falta, no llevo control ninguno de mis sentimientos y emociones personales y hasta me parece que ese tema igual no me interesa al menos de momento, deberíamos anotar esas cosas también??? La verdad casi mejor no. Te imaginas usar la agenda como si fuera el diario de una adolescente, ya no me luce porque tengo 54 años camino a unos hermosos 55 años que con Dios celebraré con aquel vestido rojo que en navidad no pude conseguir, ando en ello para evitar un segundo fracaso indeseado, el rojo me alegra la vida!!!
A mi manera es una hermosa forma de describirnos pero da la casualidad que no todo está bajo nuestro control, te echo de menos, pero mi agenda no tiene espacio para anotar esto como si fuera un compromiso personal. siento especial afecto hacia mucha gente, pero hay cariños tan especiales que casi mejor no decir nada cuando se tiene deseos de expresar aquello que palabras no encuentras que se le correspondan. Cariño entrañable, respeto, afecto y si sigo agregando ingredientes al final puede que me encuentre con un rico caldo gallego (plato típico de Galicia)hecho en casa y cuya fragancia se ha esparcido por todos los pisos y llegado hasta el portal del edificio.
Que nadie te eche la bronca es aburrido y eso de caer en la monotonía como que no me gusta nada, mientras tanto sigo andando con la mirada puesta en el infinito, se me hace tarde y pronto caerá la noche, el cielo se está tornando rojizo es porque caerá el día y vendrá la noche, estaré atenta por si como estas últimas noches alcanzo a ver algunas escasas estrellas y de conseguirlo les pondré el nombre de personas que tengo muchos deseos de ver, con algún tierno mensaje a ver si les llega y me envían al menos una señal de humo como antiguamente hacían los indios Apache.
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