Autora : Doris Sánchez
Alberto Rodríguez, de nacionalidad española, nacido en 1921, en un lugar por determinar. Con toda seguridad habrá sido
uno más de los tantos ciudadanos que en busca de mejor vida emigró de su tierra natal estableciéndose en Lile, una ciudad al norte de Francia, donde al parecer vivía en medio de
una gran soledad y marginación social que propició que nadie le echara en falta
cuando hará unos 15 años habría fallecido en la más absoluta
soledad, yacía tendido en su cama sin aparentes signos de violencia y con el
pijama puesto marchó de este mundo en solitario igual llevando en su
pensamiento el recuerdo de los que una
vez fueron sus seres más queridos. El
descubrimiento de su cadáver ya
esquelético por el paso de los años, se hizo posible luego de
que una vecina denunciara recientemente unas filtraciones de agua, por lo que hasta el lugar acudieron empleados de los servicios municipales para corregir el problema y se encontraron con el triste hallazgo (por lo que se entiende que
vecinos tenía y lo raro es que no le echaran en falta ni ellos, tampoco los
servicios sociales que deberían dar seguimiento a las necesidades y atención sanitaria
de las personas mayores que no puedan trasladarse hasta esas dependencias), no entiendo cómo pudo pasar esto puesto que toda
vivienda debe responder a unos servicios comunes aún siendo de su propiedad,
hay que pagar agua, energía eléctrica, recogida de basura, debería estar
empadronado, o afiliado a la Seguridad Social, no es posible que una persona
viva así en anonimato y si se detecta algo parecido son los Servicios Sociales
los que debe velar por la integridad de esas personas marginadas. Ese señor igual pudo morir de hambre o de sed, igual estaba encamado o
imposibilitado de satisfacer sus necesidades más perentorias, algún tipo de censo se haría en cada
población para determinar el número de habitantes, es que por más que lo
intento mis cálculos no me cuadran, alguna correspondencia recibiría, tendría
cuentas en bancos o adquirido algún tipo de servicio que generara algún reclamo
por falta de pago, nadie desaparece del mundo así por así, y si un familiar desaparece aún fuese en otro
país, con toda seguridad sería denunciada la desaparición por sus
familiares. Qué va a pasar ahora? Las autoridades francesas deben dar una
explicación al Gobierno español por haber dejado a un ciudadano español desamparado en la más absoluta
soledad. Supongamos que algo parecido ocurriera con un ciudadano
francés en España, el alboroto ahora mismo sería grande aparte de noticia
mundial. Dónde están los familiares de
este señor? ¿Podremos algún día conocer el
calvario que ha tenido que pasar este indefenso ciudadano antes de abandonar este mundo aún fuera
por causas naturales.
Quiero dejar un mensaje al mundo, un anciano es tan indefenso como un niño que gatea o de corta edad, puede tener dinero pero no fuerzas para comprar y preparar alimentos, si está encamado podría también tener la comida o el agua a su lado sin poder llegar hasta ella o sus medicamentos, es muy triste, todos vamos a envejecer y yo espero no morir de esta manera, cuando más mayores nos hacemos va en aumento el reclamo de atención, de afecto o cariño, de muestras de agradecimiento por todo lo que nos entregamos cuando teníamos menos edad, más fuerza y más sentido de la responsabilidad, si tienes mayores en tu familia, sobre todo tus padres y abuelos, recuerda todo lo que te han dado especialmente las fuerzas que dejaron en tu vida para ayudarte a forjar ese futuro que hoy tienes que no salió de la nada, es de bien nacidos ser agradecidos y cuando tiendes la mano a una persona mayor Dios te tenderá las dos manos y abrazará tu cuerpo con ternura en cada momento importante de tu vida, en reconocimiento a tu blancura de corazón, a tu sensibilidad y a tus nobles sentimientos.
España tiene en estos momentos una cantidad alarmante de personas mayores que no tienen familias que les cuiden y reciben únicamente la atención de los servicios sociales, unos consiguen cupo en residencias internos, otros a medio tiempo y la gran mayoría está en sus casas en las ciudades y aldeas, incluso muchas de ellas distante de toda atención sanitaria y seguimiento de los Servicios Sociales, nuestra población envejeciente está cada día más carente de afecto porque ni las ONG´S cuentan con la cantidad de voluntarios necesarios para llenar este cometido, ancianos que no salen a tomar la luz del sol, o pasear por la ciudad, visitar partes y respirar aire puros, personas mayores encerradas entre las rejas de sus casas, mirando por la ventana a la gente que libremente camina y a los niños que juegan, ellos son personas y merecen recibir un aliento de vida de tu parte y de la mía.
La normativa en España exige que todo edificio tenga rampas especiales para uso de personas con minusvalías, aptas para el paso de sillas de ruedas o al menos una escalera con silla adaptada para facilitar la movilidad de estas personas, pero eso no se ha cumplido, se ha hecho un amago de intención por cuya rampa jamás podrá colocarse una silla de ruedas y mucho menos con una persona encima. Esto obliga a que muchos mayores que viven en edificios donde no hay ascensor, tengan que permanecer en casa en contra de su voluntad, eso hay que resolverlo de alguna manera, pero antes que fallezcan.
Mi opinión particular, como madre y persona, he dejado 55 años de mi vida en entregarme a mis hijos, familiares, amigos, al trabajo, he sufrido y me he fajado mucho, he dejado mis fuerzas en el camino tanto por responsabilidad familiar como por buscar medios de vida para la subsistencia. Considero que la vejez es para vivirla en tranquilidad y felicidad, recibiendo la recompensa que nos toca por haber cumplido con nuestro deber, después de haber sido en mi caso una madre muy responsable, considero que ahora me toca recibir la respuesta de parte de todos los que recibieron de mí (mis dos hijos), las personas mayores especialmente las que tienen familiares, nunca deberían estar solas ni tampoco pedir la caridad a aquellos que tanto recibieron de nosotros, no quiero una vejez en solitario mucho menos morir en soledad, ya hice mi parte, ahora toca a otros darme un poco de felicidad como agradecimiento, sin que sea necesario que yo ni ningún buen padre así lo pida a sus hijos, porque en su momento ellos tampoco nos manifestaron sus necesidades, que ya teníamos bien aprendidas, les leíamos el pensamiento y mientras ellos dormían nosotros estábamos preparando sus libros, uniformes, dejando desayuno preparado y hasta buscando el trocito de cartulina o el diccionario comprado o prestado para las tareas del siguiente día escolar. Mi hijo mayor me dijo hace unos días "Mami tu hablas sin parar, no dejas hablar a la otra persona" pobrecito, ni se ha enterado que ya me estoy haciendo mayor y que hablar siempre con mi periquito Blue no me compensa, los mayores necesitan a alguien que les escuche, que se interese por sus vidas, a alguien que les pida que les cuente sus recuerdos pasados o ayude a recuperar su memoria ya perdida por Altzheimer o producto de demencia senil, es justo en esa edad en la que se requiere mayor atención, que deseo asociar al llanto continuado de un bebé cuando se encuentra solo en la cuna, chillan a rabiar de día y de noche hasta salirse con la suya, que le presten atención, y vaya que sí que lo consiguen!!
http://www.alertadigital.com/2011/03/03/la-vejez-solitaria-y-miserable-se-abre-paso-en-espana-cinco-de-cada-diez-ancianos-que-viven-solos-en-espana-se-encuentran-en-la-pobreza/
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