Autora : Doris Sánchez
Los padres tenemos una gran
responsabilidad de cara a los hijos desde el mismo momento que nos enteramos de
su existencia, las madres especialmente nos ganamos el sobre nombre de “Muy
pesadas” porque repetimos lo mismo hasta
llegar al cansancio, queremos dejar la lección bien aprendida para que sirve de
acompañante en la vida de lo que más amamos, nuestros hijos.
La juventud de estos tiempos es
distinta, sus hábitos y costumbres, los amigos, diversión, especialmente esas
interminables horas que desaparecen de nuestra vista y pensamos de todo sin
poder confirmar nada, ya no es como antes que los padres tenían el control,
ahora hay leyes y normas que hacen más mal que bien, es poco lo que podemos
corregirles, se marchan de casa por nada o casi nada o nos llaman al defensor
del menor que hasta impone órdenes de alejamiento. Ya no necesitan nuestro permiso para salir,
tampoco aceptan se les imponga horas para regresar a casa, la ropa que usan no
nos gusta pero no podemos hacer nada, fuman, consumen sustancias prohibidas y
casi mejor hacer que no nos enteramos, queremos tenerle cerca pero el precio
cada vez es más alto, amenazas, insultos y hasta vejaciones pero con tenerles
cerca, nos basta!!!
El mayor problema es el alcohol,
ese ladrón inmisericorde que arranca voluntades y lleva a la perdición a nuestra
juventud, todo padre vela porque sus hijos no ingieran grandes cantidades de
alcohol para que mantengan la ecuanimidad y la cordura, es la moda del botellón, si no estás en ella no tienes amigos, si no les
imitas te sacan de circulación y ningún chico o chica desea verse solo sin amigos. El alcohol se roba cada año cientos de vidas en
España, las autoridades intentan
disminuir su radio de acción pero todo esfuerzo de momento ha sido insuficiente,
chicos de ambos sexos tan jóvenes que a veces no superan los 14 años, ebrios hasta el coma etílico, la pérdida de conciencia y más, es una pena y causan tanto dolor en familias que se niegan a aceptar que han fallecido en el
camino, que no volverán a casa ya nunca jamás, vidas tronchadas, sueños sin
cumplir. Ya no conocerán a sus nietos,
tampoco acudirán a sus bodas o
titulaciones universitarias, así sin más, se acaba todo y el culpable no
siempre aparece. El peligro está en las
carreteras, unos toman alcohol otros no,
pero la muerte sigue acechando, buscando a quién llevarse, por eso advertimos
tanto a nuestros hijos, jóvenes por favor id con cuidado!! Los padres somos muy pesados yo la primera, nuestro amor va más allá de la relación sanguínea, amamos tanto que tememos perder el fruto de nuestro vientre, imposible irnos a dormir sin antes verles llegar sanos y salvos.
Os dejo este vídeo a espera de que pueda ser visto especialmente por la juventud, no ingerir alcohol mantiene nuestro control pero no así el control de los demás, tened cuidado por favor.