Autora : Doris Sánchez
Como el tiempo es oro intento no
desperdiciar un solo minuto de mi tiempo,
me enteré de un curso de Cata de Vinos que impartiría FORGA de
Milladoiro, con la experiencia de Rafael
Salgado un joven y experimentado enólogo que de
impartiría el curso. No me
lo pensé dos veces, me anoté enseguida y
os puedo asegurar que en pocos días he
podido comprobar que de vinos no sabía absolutamente NADA. A penas distinguía entre un vino tinto, blanco o rosado, de olores,
sabores, aromas, añejamiento, textura, oxigenación,
fermentación, la temperatura, me era
indistinto y lo único que podía aportar ya está en desuso, eso de que vino
blanco para pescado y vino tinto para carnes, es cosa del pasado. Tipos de copas, cómo
servir los vinos espumosos, cavas y demás para que no se desborden, detectar si
te han servido el vino que pediste, si está en buenas condiciones.
Compartí unos días maravillosos
con Rebeca, Melisa, Oscar, Raquel, Paula, y Pablo, con los que entre copa y copa pude
cruzar miradas de complicidad y hasta me sirvieron de guía en momentos en los
que con la copa en la mano no pensaba más que en apurar su contenido así sin
más. No entendía por qué mover la copa,
oler tanto me embriagaba sin haber ingerido nada, no sabía que los vinos deben
estar a una temperatura adecuada, o muy calientes o muy fríos podrían cambiar hasta su sabor, el embasado
adecuado ya sea en barriles o equipos especiales.
Agradezco profundamente las
atenciones que recibimos durante la visita guiada en Paco & Lola, fundada
en el año 2005, siendo la primera bodega
con denominación de origen en las Rías Baixas, reconocida a nivel nacional e
internacional, ubicada en un hermoso lugar en el Concello de Meis. Entre sus principales consumidores se encuentran las mujeres, los Estados Unidos,
Japón, Reino Unido, Australia.
Laura Otero fue la
encargada de darnos un tours por las instalaciones de Paco & Lola, haciendo posible que
recreáramos el aprendizaje de todo el proceso desde que la uva llega a la bodega hasta el proceso final que conlleva el pesado,
trituración, filtrado y todo lo demás hasta ver la botella etiquetado y lista
para su distribución y venta. Diego
García nos habló de los distintos tipos de vinos, al mismo tiempo que degustábamos
las botellas que para nuestro paladar descorcharon y sirvieron junto a un sabroso queso también de Galicia.
Nuestra siguiente visita ha sido
a las Bodegas Martín Códax,
localizadas cerca de la ría de Arousa, ría de Pontevebra y ría Ulla, fundada
en 1986 (hace 26 años) por visionarios de emprendedores con viñedo propio, mantienen un contrato de compra y venta con
los Socios Colaboradores. Su vendimia es
totalmente MANUAL, la uva para Albariño es la más cara, es la primera
productora de vino Albariño a nivel internacional pudimos ver muchos viñedos en
su entorno ya que casi toda la población se dedica al trabajo de la uva, en el Valle de Sarnes existen en la actualidad
alrededor de 50 viticultores y 300
socios activos y con cupo cerrado a
nuevos socios, la vía de entrada actual
es como socios colaboradores con viñedo propio, los viñedos están próximos al l océano lo que crea un clima oceánico
húmedo.
Las cajas de uvas para Albariño no
deben pesar más de 40 kilos por su sensibilidad, los vinos blancos son muy
sutiles, requieren más cuidados para su elaboración. Todos los aromas de Martín Códax son dulces,
el Albariño es el vino más especial que existe en sus bodegas. Siempre se hace una segunda fermentación malo
láctica, de 6 a 7 meses dura todo el
proceso hasta tener una botella en nuestras manos. Luciano es el enólogo de dichas bodegas, viene
de una generación de italianos dedicados
a la cultura del vino, según palabras de María Otero Taboada que en su ausencia alabó el gran trabajo
que realiza, lo que es fundamental para
el éxito final del producto, ha sido una guía estupenda que aparte de darnos un
tours por las instalaciones, finalmente como despedida procedió a descorchar varias botellas de vino que pudimos catar desde un paisaje
espectacular dada la altura de la ubicación de las bodegas que permite ver todo su entorno.
Desde este curso y en lo adelante me tomaré mi tiempo para catar el vino que me sirvan, observaré como me lo sirven y el tipo de copa que no siempre es la adecuada, tampoco suele estar tan brillante y transparente como debe ser, constataré la temperatura y si está más frío de lo adecuado, lo rodearé con mis manos para bajar su temperatura, catar un vino es algo sensual, profundo y te hace trasladar a otro mundo sin moverte del asiento donde te encuentres, la experiencia ha sido fantástica, quiero avanzar en mis conocimientos y nadie sabe lo que me depare el futuro, el mundo es una caja de sorpresas.
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