Autora : Doris Sánchez
Os puedo jurar que estos días he
sentido calenturas, maros, agotamiento, insomnio y muchos otros síntomas que
delatan enfermedad, ganas de no hacer nada y casi de salir a pasear para
olvidar un poco lo que en casa tengo delante, si fuera una persona lo superaría
con un notable pero no, es la repetición de una situación que consigue
superarme, es el cambio de ropero de una estación del año a otra. Me avergüenza decir que después de tantos años residiendo en España
no lo he podido conseguir, me aferro a ese Caribe natal que dejó en mí costumbres
y cultura en las que sólo recuerdo a mi madre cuando yo era muy pequeña,
arreglando toda la casa con una sabiduría magistral, ese día que nadie tocaba
nada porque ahí venía la señora arrolladora poniendo su aguja en el mismo
lugar, habitación por habitación de
nuestra casa.
Os puedo asegurar que echo en falta los convites, esos encuentros multitudinarios que se hacían en la finca de mis abuelos (fallecidos) en tiempos de cosecha, venían de los alrededores familiares, amigos, hijos de amigos, para colaborar con una buena causa, recoger los frutos de la tierra para en solidaridad apoyar a los demás agricultores, antes se vivía mucho mejor, la gente de Aldea (campos) al día de hoy sigue siendo muy amiga de sus amigos, gente sana y muy trabajadora, pero vamos a seguir con el tema, te imaginas cómo me puedo sentir retirando todo (ropas, abrigos, botas, zapatos, bufandas, gorros, guantes, sombreros…) lo de invierno para en su lugar colocar lo de verano, me he puesto a analizar por qué me ocurre esta desagradable situación y casi lo he pillado. Lo que pasa es que adoro mis cosas, cuando me compro algo es porque me gusta mucho y luego que lo tengo no me agrada desprenderme de mis cosas a menos que haya una justificación, repetir ropa es cosa de todos y en tiempos de crisis hasta la Princesa Leticia repite modelito, yo con más razón. O me estoy excediendo o definitivamente debo coger el toro por los cuernos y acabar con esta tortura, la aceptación es muy importante, cuando me decida a dejar el clima tropical en su justo lugar, igual me concientizo y le encuentro el lado más amable a esta amarga situación que no dejará de repetirse cuatro veces al año. Aparte de que esto es Europa, vivo en un lugar cuyo clima es especial, un día lluve y al rato puede salir el sol y volver a llover, es Galicia donde la lluvia es "Un arte" y ni en mismo verano nos salvamos del chaparrón.
He despertado más temprano que de
costumbre, hoy es el día, de hoy no paso, prometo solemnemente que en solitario
ordenaré todo antes de las 6 de la tarde, al menos esa es mi intención con la seguridad
de que nadie podrá echarme una mano, o dos.
Como el tiempo es oro voy a por ello y luego os comento si habré roto el
récord Ginness.
Para vosotros y para mi propio conocimiento, os dejo un enlace que servirá de guía para tener un armario como debe ser, a ver si dejamos de sufrir y tenemos todo al alcance de la mano, así da gusto!!!
http://contaconesdecristal.blogspot.com.es/2011/02/un-poquito-de-orden-por-favor.html
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