Autora : Doris Sánchez
Esas motivaciones que a diario nos hacen sentir que la vida valga la pena, las que nos recuerdan que hay que seguir tentando al amor, y si y lo tienes hay que disfrutarlo. Cada día que amanece me detengo a pensar si estaré yendo por el camino correcto, casi me parece que sí.
Un día hermosamente soleado casi veraniego, la puerta entrejunta para que cuando llegue el amor no tenga siquiera que tocar. Dale alas al corazón, no lo subestimes pero tampoco te resignes a una felicidad en solitario cuando en compañía se disfrutaría mejor.
La vida vale siempre la pena, de nosotros depende en sentido que le demos, los objetivos y sobre todo hacer cosas para nuestra propia satisfacción, hacer cosas que hagan que la vida valga la pena.
Los retos están ahí yo por ejemplo llevo un largo camino recorrido, he sido niña, mujer, madre, he estado casada, separada, divorciada, he dedicado casi todos los años de mi vida a los estudios porque siempre quiero más, no lo puedo evitar. Lo bonito de todo es que el amor siempre ha sido mi prioridad y al día de hoy lo sigue siendo, el amor no pone condiciones simplemente llega, te pide que lo disfrutes y lo dejes estar. Cuando una relación falla no tenemos por qué sentirnos culpables de ello todo lo contrario, analizar si cometimos errores pero sobre todo pasar página y seguir adelante porque el camino sigue ahí delante nuestro.
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