Cuando la necesidad aprieta aparece el ingenio y para comprobarlo basta con ir hasta el casco antiguo de Santiago, muchos turistas aglomerados cámara en mano y riendo a carcajadas, llego hasta el centro de su atención y me encuentro a una chica muy joven con un bebé en sus manos, a su lado el coche del mismo ataviado con una decoración algo rara y para sorpresa de todos aparece la cara maquillada del payaso que bien pudiera ser el padre de familia, haciendo gestos muy explícitos en los que aparte de pedir dinero se hace ayudar por un silbato que simula el grito del bebé.
Todo lo que no sea atentar contra el derecho de los demás sin desobedecer las leyes de este país lo considero justo, si un hijo necesita de comer entiendo que haríamos cualquier cosa para satisfacer sus necesidades. Pobre hombre, estar de cuclillas tanto tiempo de seguro le dejará una que otra contractura, espero que la policía no le cierre el chiringuito que es lo que generalmente hacen cuando ven el éxito de la iniciativa.
En Barcelona se ha regulado la aparición de mimos en lugares céntricos de la ciudad, en Santiago por los frentes de la Catedral hay unos casi perfectos y mucho me temo que un día no muy lejano Santiago imite esa iniciativa, para dar un mejor aspecto de cara al turista.
Creo son inmigrantes, una familia más que no tiene empleo o no pueden hacer frente a sus compromisos para llegar a fin de mes, serán okupas de alguna vieja y nada habitable vivienda abandonada. España vive un mal momento que espero pronto se pueda resolver, hace falta la creación de puestos de empleo en hechos reales no de promesas mediante palabras que se puede llevar el viento.
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