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miércoles, 30 de noviembre de 2011

El regalo más grande




Autora   :  Doris Sánchez



Es aquel que no esperas, el que no te has comprado porque no te ha apetecido o no tenías el dinero suficiente para comprarlo, el mejor regalo es aquel que llega antes de la navidad o el día de reyes y que casualmente no llega de la mano de Santa Claus, es el que te sorprende y llena de alegría y de paso te invita a arrancar de cero, intentando apurar el paso para recuperar el tiempo perdido.



Es aquel que no esperas, el que no te has comprado porque no te ha apetecido o no tenías el dinero suficiente para comprarlo, el mejor regalo es aquel que llega antes de la navidad o el día de reyes y que casualmente no llega de la mano de Santa Claus, es el que te sorprende y llena de alegría y de paso te invita a arrancar de cero, intentando apurar el paso para recuperar el tiempo perdido



El mejor regalo es el que te cambia la vida transformando las cosas de la noche a la mañana, ese que observas y no te queda más que sonreír ante tanta gratitud. Sabías lo que querías y hasta necesitabas con tanta urgencia como al aire mismo que respiras, pero no tienes a mano el mapa que te pudiera guiar hasta tu destino y de golpe llega así sin más, sin avisar y sin cita previa para que sea aún más emocionante y casi siempre lo es.


Lo que se persigue se consigue dice un refrán pero también cuando te quedas quieto y dejas al mundo girar sin hacerle oposición, igual te beneficias en gran manera. Soñar y soñar, buscar lo que no has perdido, sentarte cada día en el mismo banco del parque o visitando como Penélope cada día la estación de tren a espera de un amor que nunca regresó, todo no es exacto, las cosas llegan o no, amamos, recordamos, olvidamos, seguimos andando y más adelante agotado de tanto caminar regresas a casa y te enteras de que tanto agobio no era necesario, estaba ahí esperando por  tí.

 
 
Cada  día nos va dejando nuevas experiencias  y sensaciones indescriptibles que aunque queramos contarlas no podríamos  y más complicado cuando son cosas tan hermosas las que hemos vivido que no existen palabras para describir tanta  belleza.  Aunque quiera contarlo y no quiero, aunque desee decir porqué río  no puedo.  Recuerdo que de pequeña decían, cuando tengas un buen sueño no lo cuentes porque no se te da, casi mejor prefiero decir que   he podido confirmar que estoy vida y con ganas de llevarme el mundo por delante  para recuperar  el tiempo perdido.

Te invito a recrear las  últimas emociones entrañables  que hayas vivido, esas que te hicieron sentir el ser más importante de la tierra, la última vez que disfrutaste de algo que te ha gustado, un viaje, baile,  cena familiar, momento íntimo con tu pareja, o simplemente haber charlado largo y tendido con alguien a quien aprecias.   Retén eso en tu mente  y cuando ya lo tengas por favor vuelve a leer este texto al completo.
 
No te rompas la cabeza ni  pongas las cosas más grande de lo que son, no te inventes lo que no ha sucedido, pero por favor  lo que realmente  debe quedar en tu memoria para siempre es la llama encendida del amor, nunca la dejes que se apague y si ocurre por favor, enciendela cuanto antes y convierte esa sensación en tu eterna aliada y acompañante durante el tiempo  que te quede de vida.

Siempre habrá un mañana, una nueva oportunidad para que veamos a través del cristal con transparencia,  algo nuevo está por llevar y no es precisamente  el nuevo año, hay que avanzar porque la vida misma nos lo exige.  Nunca preguntes el porqué, el tiempo te dará la respuesta si eres paciente y  sabes esperar.
 
 
No siempre caemos de la cama a causa de una pesadilla, entre risas  también podemos llegar al suelo  de la forma más divertida,  soñando  despiertos al  cerrar los ojos para disfrutarlo cada instante, el sentimiento sano, puro y transparente deja huella y algo más que instantes o recuerdos fugases  que a veces pensamos que nunca ocurrieron, es el regalo más grande, el que no tiene precio.

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