Se hace lo que se puede

Autora :  Doris Sanchez

 

Cada día nos enfrentamos a una batalla intentando salir airosos de ella y sin enterarnos estamos poniendo a prueba nuestras capacidades.  Esto me recuerda mucho los test psicológicos que todos hemos tenido que hacer al intentar  conseguir  un empleo o acceder a cualquier  facultad en busca de un título universitario.

La vida es más que un reto y todo depende especialmente de nuestra respuesta a la acción, es nuestra reacción determinante para que todo siga por buen camino  en busca del mejor puerto para ahí aparcar nuestras ilusiones.  La vida es tal cual la sepamos enfrentar, si todo lo recibimos con agobios pues mal lo tenemos, conozco personas que no se inmutan por nada, para ellos todo es pequeñito y siempre tienen una salida o la respuesta más adecuada, una de ellas es mi tía Celeste a la que todos durante años hemos acudido en busca de su sabiduría.

Hablaba recientemente de la gente que no acepta sugerencias ni consejos, de su reacción altiva, prepotente y hasta amenazante, dando consejos que en muchos momentos he necesitado aplicar a mi vida  diaria y  que he pasado olímpicamente de ellos.  No ver la paja en el ojo ajeno es malo y peor aún cuando ni nos enteramos, o lo hacemos cuando ya es tarde para enmendar errores.

Este blog celebró su primer año el pasado día 23 de julio, escribí un artículo agradeciendo a todos mis lectores por la deferencia y el honor que me hacen al leer mis escritos que no vienen de una escritora profesional, eso ya lo saben porque cada vez que puedo lo digo. 

El tiempo es oro y cada minutos cuenta  y como  involuntariamente me he visto inmersa en cuestiones personales que bajaron sustancialmente mi auto estima  encontré un refugio frente al ordenador, primero enviando mis Cartas al Director a El Correo Gallego que al día de hoy me siguen publicando y por igual a La Voz de Galicia con menor frecuencia, El Granero del Sur (periódico digital de San Juan de la Maguana en República Dominicana) y en Identidad Sanjuanera con menos frecuencia.   Con todo y las grandes deficiencias que tengo,  me siento más que correspondida.

 

He sido  la ganadora de la Carta del Mes de Junio  de 2010, de la prestigiosa "Revista Woman"  que me obsequió un hermoso regalo como premio (tengo que presumir de ello por necesidad para el tema que nos ocupa).

En un grito de rabia y desesperación en cada escrito he ido plasmando mi vida y lo que en ella ocurría  haciendo  referencia  directa  o indirecta hacia  mi persona.  Mi vida tiene dos etapas importantes, la de antes  que mucha gente  de mi pueblo natal conoce (por haber sido una persona pública que ejerció la locución muchos  años de mi vida)  en la Capital por haber trabajado en el Banco Central 12 años, y la segunda etapa es la que me ha tocado vivir en Galicia cerca de ocho años.  No tengo nada que ocultar  todo lo contrario, me encantaría que todos conocieran los  dos maravillosas  capítulos de mi vida,  porque  he vivido intensa y abundantemente un jardín de rosas y espinas que me han fortalecido para aceptar  todo lo que venga, derribar todas las fronteras y barreras y salir airosa con mi acostumbrada  sonrisa.

Hay personas  tan negativas que nos quitan el aliento  sin apenas enterarnos, hay que huir de ellas a toda prisa porque pueden convertir tu vida en polvo de la calzada de una película  del Viejo Oeste.   En el momento menos esperado surgen personas como Demetrio Peláez y Cassandro Fortuna  (ambos experimentados periodistas) que el mismo día  y en circunstancias muy diferentes me reconfortaron  con hermosas palabras de aliento, esas que son tan necesarias para renovar mis energías en momentos de desanimo o simplemente  de indecisión.   Falta no hizo comentarles nada, sus palabras brotaron como una bendición y cuando quise comentarles ya no era necesario, habían dejado en mi mente esa fortaleza que necesitaba para cruzar el río sin ahogarme y decidí continuar adelante con mi proyecto.

Adoro escribir, jugar con las palabras, comentar la actualidad, hacer una interrelación entre dos mundos  que son parte de mi vida, mi amor por Galicia y República Dominicana es ilimitado, exaltar todo lo bueno de ambas naciones, dar  riendas sueltas a mi imaginación  y sentirme a gusto, muchas  veces sin reparar en pequeños o grandes detalles que igual para otros sean de vida o muerte, la perfección no existe.