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domingo, 10 de julio de 2011

"Yo vendí a Crédito, Yo vendí al Contado"

Autora : Doris Sánchez

El comado ha sido durande décadas el medio más fácil para que las personas de escasos recursos en países del Caribe puedan adquirir sus productos de primera necesadad, alimentos entre otros de una forma muy peliculiar, al detalle que unos llaman menudeo, cheleo o como sea es igual siempre será el mismo resultado.  Los Súper mercados eran en un tiempo exclusivos para los más pudientes  económicamente que se podían permitir comprar grandes cantidades de productos.
El colmado detallaba todo desde aceitunas hasta cinco cheles de rinser o shampoo, el azúcar, sal, vinagre, sobrecitos de café y lo mejor de todo ha sido cuando se ideó la entrega en domicilio. Esas llamadas urgente que solíamos hacer a mitad de una comida o un aceite quemándose por falta de salsa o cebolla jamás lo podremos olvidar, esos chicos motorizados que tan amablemente nos venían a auxiliar.
En el colmado de mi barrio recuerdo tenía crédito ilimitado por ser buena paga, me despachaban absolútamente todo lo que pedía y a final de cada mes recogía cuentas y a volver a empezar. Es una práctica común y no solo del que tenga menos recursos económicos. Hay un momento que llega una visita inesperada porque a diferencia de Europa en Dominicana por ejemplo la gente no se anuncia para aparecerse en tu casa incluso hasta quedarse a comer con invitación o no, somos especiales. De ahí viene la tanta dependencia del colmado al que todos nos acostumbramos querrámos o no.

El colmado ha ido adquiriendo protagonismo hasta el punto de convertirse en lugar habitual de encuentros de amigos y vecinos, con sus sillas delante y su alta música brinda un ambiente festivo y a bajo costo, mientras ahí te venden las cervezas a precio de coste en los restaurantes con la única diferencia de ser locales cerrados,  con mesas o más acomodados  y en un ambiente mucho más elegante te cuesta mucho más dinero.  En tiempos de crisis todos buscamos las mejores soluciones.
Si preguntas a un Dominicano si ha estado en un colmadón compartiendo con amigos te responderá que sí, y si le preguntas si conoce un habitual cuadro que generalmente cuelga de la pared de rente al mostrador  hacia el lado exterior para que sea visible por los clientes igual te dice que no sabe, pero si le preguntas por un cuadro famoso que al día de hoy exhiben muchos colmados de antaño en el que aparecen dos figuras de comerciantes, el que se hizo rico y que quedó en la ruina, es una muestra de parar al que venga en busca de crédito, es la forma indirecta de decir NO  con una explicación o justiciación.
"Yo vendí a Crédito, Yo vendí al Contado"  no tengo ni idea de dónde ha venido este cuadro ni quién es su autor pero tengo la plena seguridad que si se adjudicara a alguien los derechos de autor seguro que al día de hoy estará muy contento de haber vendido al contado, si estaría fallecido al menos sus herederos estarían disfrutando de la repercución del mismo porque más genial no se pudo ser.
Dedico este articulo con mucho cariño a todos los colmados de la República Dominicana.  El Colmado Rosa en el INVI de la Carretera Sánchez,  ha sido mi estímulo para escribir este artículo, por ser su propietario quien sin conocerme me abrió  las puertas de su comercio que en algún momento llegué a verlo como de mi propiedad (excepto a final de mes que había que pagar) por tantos privilegios que en años pasados tuvieron para conmigo y mi familia, os recuerdo a todos con mucho cariño, sepan que en España  no he visto ni un solo colmado, de momento.
 

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