Parte de nuestras vidas, una infancia llena de risas y ocurrencias, una adolescencia con la cabeza llena de sueños, una adultez con mucha responsabilidad asumiendo todo aquello que decidimos por voluntad propia o impulsada por terceras personas. Sentar cabeza le llamaba mi madre yo le llamaría pisar tierra firme con responsabilidad sin dar un solo paso atrás por cobardía, hay que seguir adelante porque únicamente debemos detenernos al llegar al final del camino.
La vida es una realidad incuestionable, hacer lo que es nuestra responsabilidad sin esperar recompensa a cambio porque si no llega en su momento nos sentiremos tristemente decepcionados. Hacer lo que se pueda para que luego no tengamos cargos de conciencia.
Saboreo cada año de mi vida cual si fuera el último porque considero haber hecho las cosas si no excelente al menos regular, porque a veces me he perdido en el camino por la falta de claridad o buena señalización pero ya retomadoa la ruta correcta intento que no se vuelva a repetir. Mientras me quede un hálito de existencia lucharé por conseguir aquello que aún me falta para que el día que me toque partir de este mundo poder hacerlo con una sonrisa, la misma que intento tener siempre aún cuando mi corazón sienta ganas de llorar de tristeza por cosas que no merecen ni un segundo en mis pensamientos.
Aprender a quererme ha sido una de las cosas más hermosas que me ha regalo estos casi cuatro últimos años, he aprendido que ser feliz conmigo misma es aún más importante que congeniar con los demás, que a veces te aman y otras te odian. Para nosotras casi nunca hay tiempo porque las prioridades son otras, los hijos, el marido, la cocina, la casa, las compras, pero cuando me levanto cada día me cuesta creer lo que estoy viviendo, abro bien mis ojos para asegurarme que no es un sueño, ya he cumplido con mi gran responsabilidad, ahora es tiempo de colocarme en el primer lugar de mis prioridades.
Cuando me enteré que las personas a partir de los 55 años gozan de grandes beneficios en viajes, hoteles entre otros, la verdad que me alegró tanto que lo festejé con mucha alegría, más tarde pensé caramba, si me estoy haciendo mayor!! pero no pasa nada los años redundan en beneficio, en lugar de pajaritos en la cabeza vamos construyendo todo un edificio con piscina en su interior para más comodidad, todo depende de cómo lo miremos, yo encantada que vengan todos los años del mundo, porque aún puedo aguantar un poco más, ¿porqué a muchas mujeres les ofende que le pregunten su edad??? Pues conmigo no pasa eso, la digo antes que me la pregunten porque mientras más años pasan más tiempo y cuidado me dedico y casi siempre consigo escuchar ¡¡ no los aparentas !! igual debe hacerlo toda mujer presumida y con alta autoestima y si no la tienes pues a levantarla dejando la tristeza de lado y viviendo la vida que es hermosa pese a todos los problemas que tengamos por delante. Todo tiene solución y lo que nos preocupa hoy seguro mañana no exista, ya sea porque lo hemos resuelto o porque ha dejado de ser una prioridad.
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